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Sailor Worlds

¿Está usted de broma, Sr.Ñogo?

¿Está usted de broma, Sr.Ñogo?

Estimado D.Pillo Ñogo Ñogo:

Me presentaré: soy Doña Loli, la enfermera del Sr.Orson. Por causa de una severa indisposición bacteriológica a la misma altura en la que el recto deja de serlo, el Sr.Orson me ha pedido le escriba éstas líneas en su nombre.

Hace algún tiempo se planteaba a nuestro amigo Filandrupp la pregunta de la existencia de los números, y con fruición devoré la diestra singladura de usted a través de camisas con muchas varas. Al hilo de ello, permítame proponerle una respuesta a lo siguiente: ¿Existe el número 1?

Es mucha la hilaridad y chanza que este tipo de preguntas desatan en las mentes preclaras de respuesta rápida, caso que no es el mío, por cierto, y no sé si el de Filandrupp. Y dado que los juicios de valor que rápidamente guillotinan no son de mi gusto, saborearé el lento desarrollo de los siguientes pseudo-razonamientos.

"Es el colmo de las preguntas tontas", será el pensamiento-guillotina de cualquier mente que se sabe inteligente. Habrá que buscar una mente menos inteligente si queremos extraer algo más de esencia de esa pregunta, de manera que el próximo punto no sea el final, y para ello ofrezco la mente de esta servidora en humilde sacrificio.

Deberíamos empezar por meditar sobre la diferencia entre número y cantidad. Por ejemplo, si en mi vaso hay agua, admito que existe una cierta cantidad de agua, y estoy admitiendo también que el concepto abstracto cantidad está entonces asociado a entidades reales. La mera percepción de que algo existe es prueba suficiente de que hay una cantidad. El concepto de existencia y el concepto de cantidad son inseparables, luego la cantidad existe como algo real. Hasta aquí bien. El problema surge cuando queremos medir esa cantidad. ¿Qué digo: hay 1 agua en mi vaso? ¿O hay 2 aguas? ¿Cuántas aguas hay en mi vaso? Es entonces cuando aparece el número. E intuimos la respuesta: necesitaremos un consenso para decidir cuántas aguas son las que hay en el vaso. Los científicos los construyen así: acordamos que la cantidad de agua que cabe en el vaso se llamará UNO. La unidad, y el Número por extensión, serían convenciones, útiles humanos, elegidos arbitrariamente, por lo tanto sin reflejo real, pero NO son la cantidad en sí misma. "¿Existe el dinero?" es una pregunta parecida. Existe en el mundo de las convenciones humanas; el cometa Halley no sabe nada de dinero mientras gravita, ni calcula nada numéricamente, le basta con ser sí mismo a cada instante.

-"Falacia", piensan las mentes-guillotina, "porque incurrimos en contradicción: en el mismo ejemplo donde se duda de la existencia de la Unidad como ente real, se admite en cambio la existencia de UN vaso con el que se hace la medida". Sí, pero no. El concepto "vaso" es igualmente una convención. El objeto real "vaso" es una cantidad de componentes unidos entre sí (átomos, de momento) que nosotros englobamos arbitrariamente como "uno".

- "Bien, pero entonces de nuevo admitimos la existencia de al menos 1 átomo, unido a otro átomo, y a otro, así hasta componer 1 vaso, y siempre está implícita la existencia de una unidad de algo, sean átomos o vasos". Ya, aunque... ¿No resulta sospechoso que tanto objeto diferente se llame igual: 1? ¿No será una etiqueta que los humanos colocamos a las cosas para manejarlas cómodamente? La cantidad de las cosas es un ente en sí mismo, el número sería la etiqueta que el humano les acopla para poder manejarlas, tan arbitrario como el concepto de unidad que se elige por convenio.

Rara es además la existencia de algo unitario, la unidad es una ilusión. Incluso el vaso, aparentemente estático y corpóreo, evapora en cada instante átomos y radiación que se desprenden de su superficie. A cada momento es "menos vaso" que el instante anterior, porque cualquier objeto que no esté a 0º Kelvin evapora inevitablemente; si antes era 1 vaso, ahora sería 0.999 vaso. ¿O salimos del apuro llamando vaso al objeto que cumple la humana función de servir para beber, da igual que con más o con menos átomos? En ese caso llamamos 1 a la función, no al objeto; este UNO deja de ser un ente real, para ser el nombre de una funcionalidad humana otra vez, una etiqueta. Bajando hacia el vertiginoso mundo de lo microscópico en busca de esa unidad no divisible en más unidades, llegamos al resbaladizo terreno de lo cuántico, donde los contornos de los objetos se desvanecen, donde "1" electrón pasa por "2" rendijas a la vez (¿serán 2 electrones? ¿o es 1 electrón dividido en 2 partes? ¿entonces deja de ser 1? ¿o son 2?...) El electrón y demás partículas pasan a tener carácter ondulatorio, como el agua, y se desdibujan los límites. Es precisamente el espejismo de los límites lo que en el mundo macroscópico nos permite separar el vaso del aire que le rodea, y poder decir "un vaso". Pero lo decimos gracias al espejismo que nos oculta información de las escalas más pequeñas. ¿No será igual de absurdo decir "aquí hay 1 electron" como decir "aquí hay 1 agua" o "aquí hay 1 aire"? Cantidad, número, etiqueta... Es como preguntar si la palabra "perro" es real, si está encarnada en alguna propiedad física. Pero no, la palabra es una etiqueta inventada por el hombre, el perro en sí mismo es su única realidad, incuantificable porque es ilimitado cuando se observa al completo, y no desde la lejanía de lo macroscópico. Y si nada es cuantificable con precisión a todas las escalas, deduzco que nada es numerable a no ser de forma ilusoria desde nuestro ficticio mundo al que egocéntricamente asignamos la escala "1:1". Tiene miga la cosa...

PD: Existen hojas de reclamación a disposición del lector ofendido. Otra cosa es que sea usted educado, fenómeno que suele ser escaso, y otra es que yo quiera dárselas, que en función de lo primero, ya se verá.

4 comentarios

orson -

Antes de nada distinguidas loli y pillo del buen ñogal, quisiera presentarme formalmente en estos tiempos en que las cartas parecen haber perdido la confidencialidad mínima que uno (y digo uno) suponía aún viva.
Sustantivos contables e incontables decide usted en forma lapidatoria resumiendo así tan denso pensamiento, que si quizás no acaba de determinar el espacio en que cuestiona la existencia o no de los números, o mas concretamente el 1, es sustancioso de pensamiento. Mi parecer a esto es que ciertamente son aproximaciones de realidad puesto que nada está tan definido al cambiar de escala y de percepción por tanto, aunque quizás a cada una de ellas definiríamos distintos "unos" o incluso podríamos pensarlo como errores despreciables de reajuste según el tramo a considerar. Pudieran ser también convenciones en cuanto a los distintos escenarios que plantea como cuando se estudia un determinado modelo en que definimos y partimos de unas condiciones que se cumplen primeramente.
¿Significa la negación de la unicidad unil deseable? Hay muchos unos desde luego, ninguno descendiente del pueblo que gobernaba Atila, fácilmente explicable por escribirse con "h". Con algo del ánimo guerrero que su nombre sugiere, y en sintonía con mi primo que era más de café (de ahín su nombre, de ahín) estas definiciones van muchas veces unidas a los números en complementación de la idea que proponen y así resolvemos también la medida del agua, y decimos "un litro", en la que el concepto litro concreta el "un".
Y si empezamos conviniendo errores en la apreciación del "uno", ¿qué pensar entonces del dos y sucesivos?. ¿Acaso podríamos encontrar dos "algos" exactamente iguales?. La conjetura se resuelve de la misma manera pues despreciamos errores cuando no influyen a nuestro propósito o redondeamos el resultado si lo preferís.
Sin embargo amigo del ñogo he de confesarle un cierto temor al leer sus palabras que espero no hayan contaminado innecesariamente a mi buen Filandrúpp con la reducción de la realidad a una numérica en que los seres "unos" somos, y poco más. Tenía un amigo que era más chulo que un ocho por poner un ejemplo que le traerá pensativo quizá las próximas dos décadas, por no hablar de los cuatrocientos que vienieron en cuadrilla. Sí, y permítame la güasa de llamarle "del ñogal", aquellos cuatrocientos que si querías que tomaran asiento les tenías que sacar cuatrocientas sillas en plan Ikea, o bien te dabas maña para inventar algún improvisado banco con algún tablón pues no eran tampoco demasiado exigentes de posaderas. Lo importante era que se sentaran porque cuatrocientos eran mucha banda que alimentar.
Sin embargo, ¿existimos realmente? ¿Quién no te dice que lo que estás leyendo te lo estás inventando, o es tan solo un sueño del que quizás no despiertes en la medida de quizás un algo superior? Responderé a esta última pregunta primero que es más fácil con un "Yo no". Creí importante explicarle que es porque ya lo hice y por redundar en mi espíritu burlesco que has dado a llamar macarro en tu irreal consciencia, resumiendo una parte de la ensoñación que te niegas por creerte despierto en un mundo en el que el tiempo pasa muy despacio a los ojos de tu mente, que tan sólo puede comparar con dos estados -despierto/dormido-debido a que aún estás naciendo a otra concepción del mundo.
Me entiendes, cuñaaaaao?Seguiré escribiendóle, y no le importe que le refiera en mis próximas cartas a Filandrúpp, ya que parece ser de ellas aficionado. Le animo si tiene a bien a escribirme en el planteamiento de cualquier aclaración o problema , pues le garantizo a usted respuesta sea la forma que fuere de ser sida ,y en siendo siempre un placer leerlos a ambos dos respetados contertulios del metal.

igualix -

Pillo no te enfades con doña loli ella lo hacía con sana curiosidad:yo me veo tentado a veces a negar los números esos que me aparecen en la hipoteca,en la nómina,en el dinero que entrego por lo que necesito tb los remiro con odio cuando los veo encima de un litro de gasolina......y con resentimiento cuando los veo en un problema matemático todo hay que decirlo que siempre me han costado resolver.Me gustaría muchas veces entenderlos como tú pillo,que los asemejas a las palabras de un escritor aunque dependiendo de que escritor,pues los políticos también me resultan incomprensibles y ciertos libros demasiado técnicos,a veces me gustaría saber por que las matemáticas son tan difíciles para mi ¿lo son para mucha gente?....pero como dices en tu artículo las ecuaciones diferenciales expresan la realidad y cuantas mas variables contemplemos mas fieles serán.
Bueno parece que las matemáticas son tan frias que le quitan la magia a la vida, ya nada es inesperado ni nada puede cambiar puesto que todo tiene una explicación lógica cuyas leyes estan contempladas en una fórmula,bueno supongo que la magia es de niños y eso se dejo atras.En fin estos números me traen siempre de cabeza explican y predicen hasta los fenómenos y fuerzas que no son tangibles para nosotros como un campo electromagnético ¿que es una linea de fuerza?esta ahi es medible está definida pero no es sólida si no es materia¿ es energia? pero¿ que es la energía? lo dicho al final la realidad es diferente desde donde se mire y a nivel subatómico hasta las leyes matemáticas son distintas y el vacio impera y si no hay limite en la escala de tamaño hasta un universo puede haber en un atomo solo depende del ladrillo con que lo construya

filandrúpp -

aaaaaaaaaaaaaaaaaaa eeeeeeeeeeeeeeeeeee

pillo -

Buenas tardes Doña Loli,
me parece que el dia que escribio usted esto tenia una empanada mental de mucho cuidado. Muchas letras junta usted para decir solo una cosa, por lo demas archiconocida; que existen sustantivos contables e incontables. Y esto desde el punto de vista linguistico que no sabe nada ni de atomos ni maldita la falta que les hace.
Tras unos minutos de reflexion creo que la mayoria de los contables se refieren a objetos solidos y de tamaño perceptible por el ojo humano.
Liquidos y gases son incontables. Libros, canicas, personas, arboles y cualquier otra cosa que presente un borde definido al ojo humano es contable. Los soles o los atomos no cuentan pues son contables pero no son solidos y esta excepcion se debe a su escala tan distinta a la humana.
¿o no?