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Sailor Worlds

Orson 2

Orson 2

Queridísimo y distinguido Filandrúpp;

Vuelvo a escribirle tras unos días de espera y ante la falta de respuesta que entiendo como "otorgue", a sabiendas del interés que debió suscitarle mi primera carta. En esta segunda, quisiera profundizar algo más en la ya nombrada "teoría de la rebatibilidad" que apenas desarrollé por dosificarle el esfuerzo, y que tendremos ocasión de desenmarañar en estas 22 joyas que me restan de escribirle. Intentaré que el estilo claro y bien estructurado que caracterizó la primera, sea el que marque las restantes, pues espero que con ellas pueda llegar a formarse suficientemente a mi propósito de mecenazgo de jóvenes talentos, que básicamente consiste en el legado de la sabiduría que encerrarán estas letras y por carecer de otros medios más tangibles, que a bien seguro menos rico le harían. Sepa usted que admiro profundamente su capacidad y el tesón con que se abandona a su tarea y es por ello que quisiera ayudarle en lo que estuviere en mi mano. Yo fui también una joven promesa y entiendo como ha de sentirse ahora mismo a sus apenas 46 años recién cumplidos con las ganas de comerse el mundo. Cuando hoy me ha llegado el rumor de su exponencial progreso en el arte de la caligrafía y de las maravillosas "aes" que ya sabe hacer me he convencido del potencial que creí descubrir hace apenas tres décadas en el día que le encontré en aquella reyerta en la que llevó la peor parte. Tengo esperanza en que continúe con las siguientes vocales y abandone la idea de especializarse, ya que quizás sea aún un poco prematura la dedicación exclusiva a tan ambicioso proyecto. Dejaré de momento de lado alabanzas y cuestiones personales y entraré de lleno en la teoría que le he de imbuir por completo para su deleite y mi necesidad de divulgación. Le voy adelantando el título de la segunda entrega para que vaya oliendo lo que será el suculento plato que le espera:

Existe vida después de la muerte? Que Joío Filandrúpp, y yo que sé. Increíblemente estúpida, la pregunta y sin embargo ha tenido y tiene a muchos hombres entretenidos con ella. Que la vida existe es un hecho cuestionable aunque poco seriamente, a menos que me pique usted un poco más y acabe defendiendo a muerte la postura en que la vida nada es, en ánimo de conversación. La vida existe pues, y debido a la opción tomada por un servidor, como digo. ¿Ganas de rebatir tienes o aún preferirías que adoptara la posición contraria para ello? Ya me contarás en tu próxima y primera carta que espero te dignes a escribir. De momento y como callas aparcaremos el tema y descompondremos la pregunta original en varios pasos para una mejor comprensión:

Existe ?

Vida ?

Después ?

De ?

La ?

Muerte ?

Vaya, parece que no ayuda nada. Me pregunto que le falla a este método de libro. Si antes pensaba que la pregunta era tonta por la imposibilidad de responder con rigor, me atrevo a calificar como aún más estúpida cualquier respuesta por ello mismo.

"Só" o quizás "ní", de seguro.

Tengo que dejarte pues en cinco minutos tengo sesión de visitas. Aún tengo que sacar mis figuras perfectas y hacer el numerito frente a la ventana. Quizás algún día alguien comprenda lo que tan sólo interpreto cada día por inercia y escriba sobre ello.

Seguimos hablando.

Orson

1 comentario

oscar -

Es timado Orson:
De las pequeñas y dispersas entendederas que luchan en la mollera de este servidor por hacerse con algunos ápices de compresión de las cosas, andan casi todas alocadas en persecución de ese tal Filandrupp que no termina de materializarse. Se echa de menos esa mano inocente que tímida se alza entre la multitud de entendederas y dice por lo bajito: "Yo..." Pero no es así. Un silencio tenso y unos mirarse recíprocos llenos de inquietud son la respuesta.
¿Qué hacemos, amigo Orson, si el aludido no se da por tal? Para comenzar, permítame usted que no le tutee, ya que le veo disfrutar con las oposiciones de contrarios como fuente de inspiración, que de hecho lo son de la vida misma, como confirmaba el Sr.Prygogine al afirmar que la vida creadora se manifiesta en los gradientes de diferencias, forma abstrusa de decir que en la variedad está el gusto, oiga.
Dicho esto, le diré también que aunque el abajo firmante no sea el añorado Filandrupp, no me abstendré por ello de exponerle educadamente mis opiniones, que no rebates, pues tan grandes lonchas no aspiramos...
Sostiene usted por pasiva que nuestro amigo Filandrupp mantiene por activa la existencia de los manidos números. ¿Rebatirlo nosotros queremos, amigo Smeajodagol? No seré yo, pues me atreveré también a importunarle dándole nada menos que la razón a usted, caballero. Filandrupp habrá de desdoblarse desde allí donde se esconda para demostar él la existencia de los mismos. Yo, de haberme dispuesto a algo, me habré dispuesto a proponer la no existencia de los números por razones que ahora no me apetece enumerar, por mor de llenarlo todo de garabatos de aes de caligrafía no igualable a la de Filandrupp.
En cambio, ya que el silencio de nuestro amigo resuena en los profundos huecos de mi mollera, le rebatiré a usted con el nuevo elemento rebatidor neutro en oferta: es el elemento que al ser aplicado al debate, no solo no lo rebate sino que lo mantiene intacto, para desazón de los aficionados a la confrontación.
Observo a todo esto que para todo lo dicho, concluyo no haber aportado nada interesante a sus dilemas numéricos. Fomente usted su paciencia y practique esta virtud junto con otras frente a la ventana hasta que o bien el escurridizo Filandrupp o bien este servidor encuentren uno o dos argumentos que someter a sus mientes. Ea, arreando.