Hablar mal
¿Cuántas veces nos han regañado por no hablar o escribir bien? Más de una, seguro. Quizá en cada una de ellas nos habremos intentado defender, aunque sea por orgullo (ya que no por tener la razón). Y en alguna, como cuando se te escapa un "Andé ayer por la calle", te paras a pensar con una intensidad proporcional a la bronca que te estén echando en ese momento. Y te puedes hacer la pregunta: ¿Y quién puede decirme lo que es "hablar mal"? ¿Qué es exactamente hablar mal? Hay muchas respuestas posibles, por ejemplo: Es no hablar bien. Define "hablar bien" y lo habrás definido por pasiva.
Pero vayamos al grano. Tarde o temprano pensarás algo como esto: ¿Acaso lo que hoy llamamos "hablar bien" no fue una vez un mal hablar que se estableció a base de costumbre? Puedo imaginarme aquella época en la que se fabricaba "fierro", y algún coetáneo, por la razón que fuere, empezó a decir "hierro". Me imagino también las increpaciones que recibiría por no respetar las reglas lingüísticas al uso. Y aquí estamos hoy, hablando de "hierro" tranquilamente. No sé si atreverme a reivindicar que aquél que así lo llamó por primera vez no sería diferente del niño que hoy escriba "ierro" en un papel.
En resumen: ¿Es el "bien hablar" de hoy el resultado del "mal hablar" de ayer? Lo mismo se aplicaría al escribir, se entiende. Más de una vez esta idea me viene a la cabeza, sobre todo cuando veo a Sánchez Dragó repartiendo leña entre aquellos mal hablados entre los que un día, aun por casualidad, podríamos estar nosotros.
¿Qué pasaría si un ladrón llegase a ser juez, y condenase a un tercero por robar? Pasaría que le llamaríamos hipócrita. Por tanto, si yo uso hoy un lenguaje que ayer fue incorrecto, ¿estoy capacitado para condenar a un mal hablador/escritor? ¿O debo darle libertad plena para que haga "evolucionar" el lenguaje? La polémica está servida.
(Ficción basada en hechos reales: http://www.solociencia.com/matematicas/07112204.htm )
Pero vayamos al grano. Tarde o temprano pensarás algo como esto: ¿Acaso lo que hoy llamamos "hablar bien" no fue una vez un mal hablar que se estableció a base de costumbre? Puedo imaginarme aquella época en la que se fabricaba "fierro", y algún coetáneo, por la razón que fuere, empezó a decir "hierro". Me imagino también las increpaciones que recibiría por no respetar las reglas lingüísticas al uso. Y aquí estamos hoy, hablando de "hierro" tranquilamente. No sé si atreverme a reivindicar que aquél que así lo llamó por primera vez no sería diferente del niño que hoy escriba "ierro" en un papel.
En resumen: ¿Es el "bien hablar" de hoy el resultado del "mal hablar" de ayer? Lo mismo se aplicaría al escribir, se entiende. Más de una vez esta idea me viene a la cabeza, sobre todo cuando veo a Sánchez Dragó repartiendo leña entre aquellos mal hablados entre los que un día, aun por casualidad, podríamos estar nosotros.
¿Qué pasaría si un ladrón llegase a ser juez, y condenase a un tercero por robar? Pasaría que le llamaríamos hipócrita. Por tanto, si yo uso hoy un lenguaje que ayer fue incorrecto, ¿estoy capacitado para condenar a un mal hablador/escritor? ¿O debo darle libertad plena para que haga "evolucionar" el lenguaje? La polémica está servida.
(Ficción basada en hechos reales: http://www.solociencia.com/matematicas/07112204.htm )
7 comentarios
oscar -
Mc.Arro: Yo en cambio sí compraré, cuarto y mitad, si me hace el favor. Sobre lo de interpretar la literalidad de las palabras, y si es una confusión o no, el caso era precisamente incordiar un rato sobre cómo definimos hablar mal. La lógica es como las aspirinas, casi nunca viene mal tomarla. ¿Por qué no usarla aquí? El objetivo es definir el hablar bien. Quizá estemos de acuerdo en que es el resultado de un convenio entre ilustres sabios académicos. Pero entonces, ¿cómo podría evolucionar? ¿No lo hará gracias a las coces que damos nosotros al lenguaje, para exasperación de los Sánchez Dragó del mundo?
Es cierto, habrá un término medio entre ser un obseso de las reglas gramaticales y un extremista en la violación de todas ellas. Como suele pasar con todo, no hay una verdad única, sino infinitos tonos de gris. A medio camino, en algún sitio, estará la lógica, sentada en las gradas, tronchándose de risa ante los pelotazos que van de un extremo a otro, esas pequeñas incongruencias que aparecen y desaparecen, hasta que alguna de ellas, resultado de una mala jugada, acaba recogida en el diccionario, cual raquetazo apurado por debajo de la ingle tras aparatoso salto, que lanza la pelota en ángulo imposible, alcanzando el borde de la red y rebotando hacia arriba, elevándose, volviendo a caer de nuevo sobre ella... para deslizarse mansamente en el lado enemigo, ¡anotando un tanto!, mientras el contrincante, en desesperada carrera, no solamente no llega a alcanzar la bola sino que se abalanza contra la red, desenganchándola por la inercia, y acaba rodando por el suelo envuelto en ella, entre el cachondeo e hilaridad del público asistente, Srta. Lógica incluída. A modo de ejemplo, véase y disfrútese el vocablo/coz "Cederrón", que no tiene desperdicio como muestra de evolución-bastante-tonta, tal como la definió Igualix.
macarro -
elrayoverde -
oscar -
¿Y qué decir de frases del estilo "No quiero nada"? Si no nos volvemos locos es gracias a que las hemos memorizado como loritos. Porque si tuviéramos que interpretar su sentido literalmente, necesitaríamos medio minuto por cada frase, en el mejor de los casos, o acabaría en cuelgue total si usas un Cerebro Windows 3.1 similar al mío, que tiende a la recursividad infinita. La susodicha frase significa que no tienes necesidad de algo concreto. Aplicando el álgebra de Boole, un "No quiero" se convierte en un "Sí quiero" siempre que el concepto siguiente sea el complementario, así como "algo" o "todo" podrían ser complementarios a "nada". Simbólicamente, si aceptamos que:
nada = NO(todo)
Entonces resulta que la frase:
NO_quiero (nada)
se convierte, al sustituir, en:
NO_quiero (NO(todo))
Pero como la negación de la negación es afirmación, o sea, Negación(Negación(x)) = Afirmación(x), entonces estamos diciendo
SI_quiero todo
Que significa justo lo contrario de lo que habitualmente se quiere decir cuando usamos la frase "No quiero nada". ¿No sería más correcto "No quiero algo" o un "Quiero nada, gracias"? ¿Dónde estaban los académicos en el momento que el lenguaje "evolucionó" de manera tan poco lógica? ¿En el bar? Puex ke byba la pepa, hentonzex, lla puedo avlar komo kyera ponke axyn ago eboluzyoñar el hydyoma, LOL.
ganian -
yehhaaaaa
yehaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
elrayoverde -
macarro -
No sé si te he llegado a entender por un momento lo que un profe mío sentenció una vez con un "eso es terrorismo linwístico" a una de mis tontas preguntas en este sentido (jaja - ahora sé que no hay preguntas tontas, sólo tontos, no sé de dónde es esta estúpida frase pero me gustó).