Al filo del tópico
Pienso hoy en la constructora que hicieron mi casa hace ya muchos años sin dignarse a cavar una zanja 70 cm más profunda que albergara la tubería de desagüe con una pendiente apropiada, o al menos en el sentido correcto. Aquello de que las cosas de antes estaban mejor construidas debía referirse a otros países en el que los "tente mientras cobro" no están recogidos y aceptados comúnmente y hasta son mal vistos. ¿Aquella cultura de lo bien hecho, en las que el éxito de una persona es admirado?
Coincidimos todos en apreciar la calidad como usuarios pero ¿deberíamos concluir en que los españoles fuimos y somos más chapuzas que la media europea en cuanto a los quehaceres u obligaciones de cada uno? La respuesta sólo es diferente cuando nos posicionamos dentro, ya que otra premisa de la tierra es que todos y cada uno lo hacemos bien y los demás cuanto menos no tanto.
Vuelve a mi cabeza la idea de los obreros a los que dedico estas líneas. Les imagino en verano negros del sol y coloraos de cara, allí solos los cinco y un pico sin enchufe.
-Cá dicho el patrón ca tenemos cacer?
-Otro hoyo pa enterrar otro tubo.
-Cava tú que a mi me da la risa
-Bueno, la verdad es que si la enterramos ya, quién va a mirar debajo?
-Y si la echamos una lona ?
En fin, la muestra es demasiado pequeña, insignificante para poder juzgar a 50 millones de personas en este sentido. Al menos me siento mejor ahora pisando en suelo optimista. La obra sigue ahí abajo sin hacer y los nuevos obreros hoy no han venido supongo que por algún evento especial. Los españoles tenemos siempre mucho que celebrar y eso no puede ser malo. Viva esta españa de cachondeo.
Bastante mejor.
2 comentarios
pillo -
Eso lo primero. Y lo segundo, ¿no podria ser "bien arreglada"?
Quiero decir, dejando aparte el tema honestidad, porque al fin y al cabo nos pagan por hacer un trabajo que se sobreentiende bien hecho. Dejando aparte eso digo, creo que cuesta el mismo esfuerzo hacer las cosas bien que mal ¿asi que porque no hacerlas bien?...o intentarlo al menos.
Y sobre lo de la generalizacion a la que soy muy proclive comento, mi querido y apreciado Oscar, que al igual que tu, hemos conocido en nuestra vida mas personas vagas que trabajadoras, ineptas que aptas y asi sucesivamente. Siempre vence lo negativo. Seguramente se deba al creciente numero de funcionarios (incluyendo politicos, policias, militares, muchos medicos, enfermeras, pilotos de Iberia, etc..) haya que añadir la gran mayoria de psicologos, profesores, ingenieros, periodistas y algun otro personajillo de algun gremio olvidado.
Al final hay tres razones que mueven, han movido y moveran el mundo; el poder, el dinero y el sexo. Basta con comprobar que (casi) cualquier persona que conozcas entra en alguna de las categorias poder/dinero/sexo
Cuando no te mueves por ninguna de estas, no te mueves. O sea vagueas y "celebras" lo que sea. Cabe autopreguntarse ¿en que categoria estamos?
Ostras, con esto de la vuelta de vacaciones se me va la olla. Ha sido un choque demasiado fuerte y creo que estabamos hablando de otra cosa y he saltado de tema. ¿o no?
oscar -
(La cuadrilla deja a un lado sus herramientas, se reúne alrededor de un aparato de radio, se agita inquieta, recula, parece que vuelve, pero no, se pega más al aparato, uno da un respingo, otro se agacha, otro salta, y a coro todos gritan:
- ¡¡¡GOOOOOOOOOOOOOOL!!! ¡O-EEE, OE, OE, OÉ!
La cervecita comienza a circular. Así que mañana será otro día).
Pero hay que aplicarse el cuento: no generalicemos.
Y por cierto, ¿que al españolito le gusta celebrarlo todo? Sí, tal vez porque un conocimiento muy profundo, quizá inconsciente, hasta jungiano, nos dice que sólo merece la pena hacer aquello que tenga esperanzas de ser celebrado en más o menos corto plazo. Tomarse la vida en serio (dentro de un límite), ¿que es sino una forma de conseguir el mismo fin, llegar a tener algo que celebrar? Los extremos se tocan, el círculo se cierra, y lo distinto se muestra como diferentes sombras proyectadas por una misma realidad.
Un etólogo tendría algo que decir acerca dónde surgió el acto fundamental de toda celebración: cuando la vida se descubrió a sí misma.
Yo tuve un periquito al que todos los días le abría la puerta de la jaula. Y cuando salía, revoloteaba por la habitación de una forma única y especial, que sólo usaba en ese contexto, y no usaba en ningúna otra ocasión del día. Para mí era evidente que estaba celebrando la apertura de la jaula, la pequeña dosis de libertad que le era regalada. Todos los seres vivos celebran la vida.
Por eso, macarro, creo que estás en lo cierto cuando dices que no puede ser malo eso de celebrar. Y quizás tenga también razón quien diga que nada debe tomarse demasiado en serio, porque dentro de cien años... ya sabes.